El cambio climático está generando alteraciones notables en nuestros patrones climáticos, según un estudio reciente elaborado por el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM). La investigación destaca que la primera ola de calor del verano se está adelantando a un ritmo de cuatro días por década desde 1985. Este fenómeno, resultado del calentamiento global, ha provocado un incremento del 90% en la frecuencia de olas de calor desde esa fecha.
Jorge Blanco, Director General de Calidad y Educación Ambiental, enfatiza la importancia de estos estudios científicos, señalando que «nos ayudan a prevenir y mitigar los efectos del cambio climático y el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos». El CEAM, a través de su Departamento de Meteorología y Climatología, realiza investigaciones integradas y multidisciplinares que combinan observaciones avanzadas y modelizaciones de alta resolución. Estas investigaciones consideran los distintos componentes del sistema climático, incluyendo suelo, vegetación, atmósfera y océano, y sus interacciones.
El CEAM ha centrado su estudio en fenómenos como precipitaciones torrenciales, sequías y episodios de calor extremo, que ahora son características permanentes del verano. La evaluación de estos fenómenos en periodos presentes y futuros es crucial para el desarrollo de medidas de adaptación que minimicen sus efectos adversos.
El impacto de las olas de calor en la salud de la población es otro aspecto relevante abordado por el CEAM, así como el efecto isla de calor urbana, donde las zonas urbanas experimentan temperaturas más altas que las áreas rurales circundantes.enlace
El equipo de investigación también lleva a cabo una monitorización continua del mar Mediterráneo, publicando datos periódicos sobre la temperatura del agua. Estos informes, como el de la Temperatura Superficial del Mar (TSM), son indicadores vitales de los efectos del cambio climático en la región mediterránea.
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